Celia: «Marcando el rumbo»
La licenciada en Ciencias Contables, Celia Cardozo Delvalle (36), nació en la localidad de Yatytay, km. 16, Itapúa. Se graduó en la Universidad Nacional de Itapúa (UNI), Sede Natalio, en el año 2009. Su capacidad profesional favorece de forma significativa al crecimiento de la UNI, lugar donde trabaja. También resalta su apoyo al desarrollo de su distrito.
Su carisma impulsa a superar obstáculos y elevar la autoestima, debido a su condición y logros en la vida.
La familia
Sus padres son: Felicia Delvalle (60), ama de casa y don Perfecto Cardozo (62), mecánico de oficio. Ella es la segunda de 7 hermanos, Miriam (38); Beatriz (35); María (33); Noemí (32); Ulises † (22) y Rolando (25).
¿Cómo inició tu vida en la UNI?
“Mi primer contacto con la UNI fue en el 2005 cuando conocí al Rector, Ing. Hildegardo González. Fue en la oficina del Gobernador, don Luis Viedma Vigo, quien me entregó una PC de escritorio para agilizar mi trabajo de secretaria que realizaba en 2 colegios de mi distrito”, recuerda y resalta que “en esa ocasión, el Rector se comprometió conmigo en otorgarme una beca de estudios para formarme a nivel superior”.
Celia expresa gratitud por el apoyo, “la UNI me dio la posibilidad de ser profesional desde el Curso Probatorio de Ingreso hasta graduarme de Licenciada en Contabilidad. El único requisito fue presentarme siempre a rendir en la primera oportunidad”.
La UNI: espacio para crecer
Cardozo se forma en la Tecnicatura en Secretariado Ejecutivo en una institución privada y continúa su formación de posgrado en la Especialización en Didáctica Universitaria (UNI), por medio de una Beca que le otorga esta institución.
“La UNI significa mucho para mí. Lo que soy ahora se lo debo a la UNI que me da la posibilidad de trabajar, de seguir formándome, de acceder a una cobertura de salud, de entrenarme en mi área, accediendo a becas y otros beneficios”, afirmó Celia, quien en 2010 empezó a trabajar en la UNI.
“Entré a trabajar en el Departamento de Giraduría del Rectorado como Jefa de Registro de Control, desde setiembre hasta noviembre de 2010, luego fui a trabajar a la Municipalidad de Yatytay en noviembre de ese año hasta febrero de 2012 como Directora Administrativa. Luego, retomé mi trabajo en Giraduría, el 22 de mayo de 2012 y allí trabajé 5 años y 7 meses, junto a la Lic. Esther Chaparro. Ahora, hace tres meses que estoy en la Unidad Operativa de Contrataciones (UOC) del Rectorado realizando gestiones para llamados a concurso o licitación nacional”.
¿Cómo es tu relación en el trabajo?
“En mi nuevo lugar de trabajo me estoy acostumbrando a mis compañeros en un ambiente diferente, pero con todos me llevo bien. Cuando necesito ayuda, ellos están allí para hacerlo. Cuando estuve trabajando en Giraduría, donde éramos 10 funcionarios, todos nos ayudábamos.
En ese sentido, el trato ha sido siempre excelente. En el ambiente laboral es bastante bueno”.
¿Esto ayuda a tu rendimiento?
“Recuerdo que lo único que le dije a la Lic. Nelly es que quería trabajar, por que tengo la capacidad de hacerlo y si desconozco las funciones asignadas, siempre estoy predispuesta a aprender y me digo a mi misma que tengo que aprender”.
¿Algunas limitaciones en el ambiente laboral?
“Mi ambiente de trabajo es natural. Cuando ellos ven, por ejemplo, que no alcanzo algo que necesito, les pregunto si me podrían ayudar y ellos directamente lo hacen. Es más, me cuidan de no alzar elementos pesados que no pueda sostenerlo. Y te cuento que mi jefa es como mi segunda mamá (Lic. Zully López) y el Rector es mi segundo papá.
Además, tengo mis ‘Hadas Madrinas’. Cuando las necesito, ya sea en lo laboral como en forma personal; debido a que vivo sola, ellas están allí cuando las necesito”.
¿Una nueva proyección profesional?
“Si es que llego a enseñar, quiero tener esa experiencia porque la gente que me conoce dice que tengo el perfil para ser docente, entonces quiero probar eso.
Y otra cosa que tengo pendiente en la vida, y quiero concretar, es viajar al extranjero, a Europa me quiero especializar en algo, por medio de un intercambio, pero esa es mi meta y mi sueño.
Se puede hacer realidad, pese a que existen personas que me dicen que no voy a poder. Uno debe demostrar que uno puede y yo soy de esas personas que va a demostrar que se puedo. Esa es mi meta.
Tienes un buen sentido del humor
Si, así es. Mamá me suele decir que cuando me río, soy la verdadera Celia. Ella está muy pendiente de mí pero siento que la UNI está más pendiente y eso no lo veía, por mi situación emocional. No percibía lo tanto que me querían, había sido. Antes decía que nadie me quería.
Reconocimiento social
“Mi papá hizo de todo para alcanzar el nivel de vida que alcanzamos hasta hoy, con entrega incondicional. De los 7, somos 3 con estatura normal y 4 con estatura baja, pero en nuestra familia prima el compromiso con las obligaciones, igual para todos. Seguimos luchando, pese a las limitaciones y condiciones económicas.
Veo que hoy día cambió bastante la sociedad. Cuando voy a un negocio, directamente me atiende una persona, antes no. Me miraban y no me hacían caso, ahora hay un cambio.
Viví muchísimo tiempo discriminada, ahora soy una nueva Celia ante una nueva sociedad. Yo destaco a los autobuses que ahora ya paran cuando me ven. Eso lo estoy logrando.
Una cita
“Lo escrito, escrito está” y “la vida da muchas vueltas”, la vida te da sorpresas y a mí me dio muchas. En este 2018 mi vida cambió totalmente. Estoy viviendo el cambio y tengo metas y las voy cumplir. Ahora soy la Mujer Celia, anteriormente era la niña Celia.
Fuente: Departamento de Comunicaciones del Rectorado (DCom).