Archivo de noticias emitidas por la Universidad Nacional de Itapúa
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Encuentro de redes universitarias sobre el nuevo pensamiento latinoamericano en Desarrollo
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Las banderas de Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia, Chile y Argentina, presidieron el Encuentro de redes universitarias sobre el nuevo pensamiento latinoamericano en desarrollo que reunió a docentes, investigadores y especialistas de esos países en el Paraninfo de la Universidad de la República los días 14 y 15 de marzo. La propuesta fue retomar discusiones sobre aspectos abordados hace 50 años y que continúan sin resolverse: desigualdad, independencia económica y democratización del conocimiento, entre otros. La apuesta: hacerlo sin nostalgia, pensando en los desafíos del siglo XXI.
El encuentro fue organizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Asociación de Universidades del Grupo Montevideo (AUGM), de la que forma parte la Universidad de la República (Udelar). Se realizó en el marco del proyecto “Prebisch y los desafíos del siglo XXI” de la CEPAL junto al Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC, por sus siglas en inglés). Raúl Prebisch (1901-1986) fue un economista argentino partidario, en la década de 1930, de la intervención del Estado como agente promotor de desarrollo. En 1949, cuando comenzó a trabajar en la CEPAL elaboró el documento “El desarrollo económico de la América Latina y algunos de sus principales problemas”, en el que «expuso el enfoque centro-periferia, que despertó gran interés y polémica a nivel internacional», reseña el sitio web prebisch.cepal.org/es, presentado el jueves 14 por el docente Luis Bértola. Mencionando ese documento en el acto de apertura, el rector de la Udelar Rodrigo Arocena, aludió a la denominación de “Manifiesto latinoamericano” que recibió la publicación. Arocena hizo un pasaje por cuatro obras de los últimos años: El retorno de la economía de la depresión y la crisis del 2008 de Paul Krugman (2009), La paradoja de la globalización, la democracia y el futuro de la economía mundial de Dani Rodrik (2010), El precio de la desigualdad de Joseph Stiglitz (2012) yGlobalizaciones 1945-2011 cuarto tomo de la serie Las fuentes del poder social de Michael Mann (2013).
La breve mención sirvió para recordar la permanencia de «la desigualdad, el desempleo, la injusticia», el riesgo de que el predominio del capital financiero convierta a Estados Unidos en una oligarquía, o el inminente final de catástrofe climática que puede ocasionar el capitalismo. «Este es el panorama que tenemos. Son tiempos muy diferentes de aquellos en los que surgió el pensamiento latinoamericano del desarrollo, por lo tanto, de nuevo [hablamos de] nuevo pensamiento. Y otra vez puede ser latinoamericano», valoró el rector. Amplió la idea: «Uno mira al norte y escucha a Stiglitz y a otros hablar del retroceso de la democracia camino de la oligarquía, mira América Latina y ve la afirmación, con infinitas dificultades, pero afirmación sin duda, de las políticas democráticas para cambiar las políticas». Arocena comentó que es alentador observar el «proceso de relativo retroceso de la desigualdad» que se está dando en América Latina, y mencionó que Felipe López Calva y Nora Lustig, autores de Desigualdad declinante en América Latina atribuyen esa mejora a las transferencias gubernamentales hacia los países más pobres y a la expansión de la educación básica. «¿Cómo seguir a partir de allí? Para eso nos hemos reunido», preguntó y respondió Arocena, que arrojó más luz: «En el viejo mundo, en el viejo norte sobre todo, asistimos a la captura del conocimiento avanzado por los sectores más privilegiados [...] No es nuevo que el capital financiero, en particular, capture los grandes cambios producidos por el avance del conocimiento. Hacia el final de su obra Civilización material, economía y capitalismo Fernand Braudel dice: “dos generaciones después de la revolución industrial el capital financiero capturó los principales beneficios de esa revolución industrial”. Estamos viviendo eso en el viejo norte, por lo tanto, la nueva hora de América Latina, para su nuevo pensamiento sobre el desarrollo tiene que ser la hora de la democratización del conocimiento».
Papel del Estado En 2012 la AUGM y la CEPAL firmaron un convenio de cooperación con el objetivo de desarrollar y profundizar redes académicas de enseñanza y de investigación sobre el desarrollo de América Latina y el Caribe. Antonio Prado, representante de la CEPAL, afirmó que «el análisis, la investigación y la discusión entre academia, gobierno y sociedad civil sobre el desarrollo son igual de importantes hoy que en nuestra fundación, hace 60 años». Sostuvo que «el desarrollo de América Latina y el Caribe es todavía un desafío», y consideró que «persiste la necesidad de difundir el pensamiento estructuralista y de profundizarlo para generar visiones estratégicas, análisis y ponderaciones desde y para la región en torno a los nuevos desafíos de su desarrollo económico, social y ambiental». Prado también indicó que «subsisten muchos de esos problemas diagnosticados tradicionalmente sobre las limitaciones y heterogeneidad de la estructura productiva, la inserción internacional, la desigualdad, la necesidad de fortalecer las capacidades de liderazgo de los Estados. Consideramos que la región fue conducida en forma equivocada a abandonar el abordaje y la búsqueda del desarrollo del largo plazo […] Hoy más que nunca tenemos que recuperar nuestro legado y analizarlo críticamente».
El representante de la CEPAL sintetizó parte del documento “Cambio estructural para la igualdad”, presentado por el organismo en agosto de 2012, y que fue abordado durante la tarde de la primera jornada con la participación de los ministros Roberto Kreimerman (Industria, Energía y Minería) y Daniel Olesker (Desarrollo Social). Prado reseñó que la publicación dejó en claro «que el estilo de desarrollo imperante en la región en las últimas décadas tiene numerosas debilidades que obstaculizan nuestro camino al desarrollo», y afirmó que la región «ha permanecido encerrada en una estructura productiva». Dijo que la CEPAL apuesta a la igualdad y que «ella supone difundir a lo ancho de la estructura productiva y del tejido social el desarrollo de capacidades, el progreso técnico, plenas oportunidades laborales y el acceso a prestaciones y redes de protección social». Enfatizó que para superar la desigualdad, «el Estado debe jugar un rol activo en su reducción, con políticas de servicios sociales centrados en un enfoque de titularidad de derechos», y que «las estrategias de desarrollo económico y productivo con igualdad exige una enorme coacción entre el Estado, el mercado y la sociedad, nuevos pactos sociales y fiscales.
Se requiere un cambio que promueva transformaciones cualitativas en la estructura productiva de los países para fortalecer sectores intensivos en conocimientos y de rápido crecimiento de la demanda interna y externa de manera de generar ganancias en productividad con más y mejores empleos». En tiempos de globalización Luis Bértola es el coordinador técnico del proyecto de CEPAL-IDRC «Prebisch y los desafíos del siglo XXI». Destacó la necesidad de que «el desarrollo de un pensamiento latinoamericano fortalezca políticamente a la región porque siguen existiendo, a pesar de todos los cambios, centros y periferias de la economía actual, con ciertos fuertes desequilibrios y jerarquías». Entre ellos mencionó los mercados de bienes, los cambios tecnológicos distribuidos de manera desigual, las características cíclicas de la economía latinoamericana, los problemas con la balanza de pagos. El investigador remarcó la vigencia del pensamiento de Prebisch y el pensamiento latinoamericano y, al igual que otros oradores, marcó que la propuesta es considerar los nuevos desafíos. Por más información del encuentro: http://www.universidad.edu.uy/cepal-augm/
Fuente: Universidad de la República - Uruguay


